La Coordinación de Parentalidad es un proceso alternativo de resolución de disputas centrado en los niños, que tiene como fin, asistir a progenitores en situación de alta conflictividad a
implementar su plan de parentalidad, ayudándoles a resolver oportunamente sus disputas, ofreciéndoles psicoeducación con respecto a las necesidades de sus hijos y –previo consentimiento de las partes
y/o del juzgado– tomando decisiones en base a los términos y condiciones establecidos por la resolución judicial, o por el acuerdo de designación del coordinador de parentalidad.
Las funciones que realizamos son:
- Evaluar el historial del caso: revisar las evaluaciones de otros
profesionales, resoluciones judiciales, órdenes de protección, y, en general, acceso a informes e información médica, psicológica, académica, de los niños y adultos.
- Promover la comunicación y el consenso entre los
padres
- Gestionar los conflictos que evitan aplicar la
sentencia.
- Educar a las partes sobre temas de comunicación y gestión de
conflictos, desarrollo infanto-juvenil, impacto del divorcio y del conflicto parental en los hijos, etc.
- Recomendar la derivación a programas específicos (escuela de
padres, cursos de gestión de emociones, programas de violencia de género, psicólogo, psiquiatra…)
- Coordinarse con otros profesionales implicados en el caso (por
ejemplo, abogados de las partes).
- Mediar y arbitrar cuando existe controversia.
- Controlar el cumplimiento del plan de parentalidad. Ayudar a
implementar, modificar o mediar las disputas en los convenios reguladores o medidas adoptadas en resolución judicial en relación a los hijos.
- Presentar sugerencias al juez y recomendar sanciones cuando sea
necesario.